El hombre meditaba con un deseo sincero de encontrar la verdad pero en cierto momento tuvo una duda pues había estudiado que se necesitaba transmutar y suprimir el deseo, sin darle cabida alguna, pero el se daba cuenta que el deseaba, mas el quería mejorar y avanzar hasta llegar a comprender lo incomprensible, saber las ciencias y artes mas allá de su razón e inteligencia y de lo que el consideraba su propio espíritu.
La verdad parecía acercarse y alejarse al mismo tiempo. Este hombre había estudiado tantas cosas que ya no sabia si estaba escapando de la vida con el deseo de no reencarnar o tal vez con la acumulación de tanta sabiduría, el quería vivir la vida con la intensidad de que era eterna.
Pero después de mucho pensar, descubrió las contradicciones fundamentales y tambien reconocía que muchas doctrinas están basadas en el miedo y no en la realidad, entonces comenzó a preguntarse acerca de la realidad y también ¿quien era el ?y ¿donde iría?; llegando a la conclusión que vivimos en el misterio entre la luz y la oscuridad, la verdad y la mentira, la vida y la muerte, entre lo relativo y lo absoluto y que el hombre puede que sea una síntesis de cielo y tierra, y que las doctrinas son monumentos y mitos, reflexiones y pensamientos de individuos grandes y pequeños que quisieron demostrar al tratar de demostrarse ellos mismos que conocían la verdad pero que la única verdad, la mas frágil pero mas aparente, mas delicada, al mismo tiempo que maravillosa, es la del propio presente, entonces el hombre realizo que no es necesario meditar mas tiempo sino mas bien meditar mas aquí. Pues ¿que hacemos en el mundo presente para agudizar nuestra realidad consciente y ser firmes en sinceridad y paz para vivir enamorados con la vida?
Y con esta ultima reflexión, el sonrío y entonces supo que la meditación había dado fruto, ya que la sonrisa era su propia alma y así el empezó a conocerla.
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
El amor y sus misterios
El ki: Arte y enseñanzas
Meditación
