Cierro mis ojos para ver lo que no veo, no hay paredes, no hay límites, las distancias han desaparecido, los espacios se han hecho uno y ahora son una luz infinito, ya no hay lados ni costados, ni arriba, ni abajo. Las luces y todo lo que existe, las sombras se desvanecieron.
La respiración es profunda y se deja absorber y diluir en la infinitud y, ahora toma forma de inspiración y de poesía. La intuición lo conoce todo, escudriña desde la punta de un alfiler, a todas las mentes y a todas las cosas.
La vida se ha hecho presente y el presente, la eternidad donde ya nada pasa, donde no hay misterio que resolver , donde el todo y la nada están expuestos , donde la imagen y la palabra no son necesarios.
Y de esta fuente brota el conocimiento Divino: La Intuición.
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